lunes, 16 de diciembre de 2013

La parte por el todo.

Hoy me he despertado con un gripazo de tres pares de narices. Tal vez sea porque no estoy en condiciones óptimas que no entiendo nada o lo entiendo todo demasiado bien. Y yo qué sé. El caso es que miro los periódicos y la primera noticia que me topo es sobre una muchacha italiana que en una manifestación se le ocurrió besar el casco de un policía antidisturbios oportunamente colocado para la foto. Es una imagen bastante bonita:
Lo que me fascina de todo y tal vez sea por la fiebre (aunque seguro que no) es que el titular es la denuncia por acoso sexual que la policía italiana ha interpuesto a esa muchacha. El acoso sexual es una problema muy serio que hace sufrir a muchas personas y realmente es molesto que se lo frivolice así. Me parece una herramienta más del sistema para dejar indefensas, una vez más, a la víctimas de este tipo de violencia, de escatimarles la voz si es que tienen alguna ya. La muchacha esa no está besando al hombre que hay debajo del casco, está besando a la Policía en general sin importale quién está debajo del casco. Es un gesto de paz, un manera de recordales a los y las policías que son personas como aquellos y aquellas contra quienes están cargando. Es un gesto de desafío a la autoridad entendida ésta como una institución -un concepto abstracto- que sin la fuerza de trabajo humana que conllevan las personas que trabajan en antiditurbios no significaría nada. La institución no es humana pero sí lo son aquellos/as que trabajan para sus dictados.

Me dan qué pensar dos hechos de la noticia: mucha gente, si leéis los comentarios de la noticia, no se plantea que el gesto no tiene nada de sexual y lo equiparan -la Policía italiana incluída- a gesto de acoso como un magreo sin ver que la chica ni siquiera llega a tocar a la persona que hay bajo el casco. Aprovechan para acusarnos a las mujeres de denunciar acosos inexistentes (cuando la mayoría de acosos no llegan a denunciarse) frivolizando un problema serio de nuestra sociedad. 
Por otro lado, se invisibiliza el meollo de la cuestión que es algo que a esa masa informe que son las Autoridades le viene de maravilla: la insensibilidad de las personas que forman parte de cuerpo de seguridad nacional hacia los problemas sociales que también les atañen como el paro, la violencia o el abuso de las élites de poder económico sobre las personas. Los y las policías son personas que tiene familiares y amigos/as en paro, conocen gente que lo pasa mal y, a menudo, se ven envueltos/as en las profundas miserias de la especie humana. No entiendo por qué no se rebelan ni por qué no parecen preocuparse por la seguridad de las personas que les pagan el sueldo. Es realmente deplorable que se polemice sobre si ese beso es acoso o no cuando lo que en realidad debería dar lugar a polémica es el hecho de que ¿dónde mierdas está la humanidad de esos/as policías cuando deberían estar con nosotros/as, quienes gritamos? Despertad ya, esto es mierda para todos/as.

Con noticias así contadas sólo nos dejan ver una parte del problema, no el todo que está mucho más arriba.