jueves, 10 de octubre de 2013

A vueltas con Femen

Ayer recibí un correo de un amigo que sólo decía "hoy me acordé de ti, ya sabes por qué". Por la intervención de Femen en el Congreso, por la difusión absurda que se ha dado de la misma en los medios. Digo absurda porque, en mi humilde opinión, se ha dado poca repercusión a la acción de estas tres mujeres, estas tres camaradas, en medio del discurso del señor Gallardón. Estoy francamente sorprendida de la desgana con la que se ha tratado el tema como si ya fuera agua pasada, como si con Amina -la muchacha tunecina que incendió las redes hace meses- hubiera acabado todo.


Parece que muche gente cree que Femen es sólo un espectáculo y no es así. El espectáculo es un medio no un fin. Se olvidan muchas veces que estas intervenciones suponen un peligro físico para las activistas. La propia líder de la célula española admite en que en el momento con la adrenalina a tope no se nota pero que pasadas unas horas sí (lo cuenta aquí). Cuando vi en las noticias lo que habían montando tuve ganas de levantarme y aplaudir, es más, tuve ganas de haber estado allí, haber sido detenida por mostrar mi cuerpo que por lo visto no está bien usar para lo que me dé la gana, sólo para ser espectáculo de la mirada masculina parece ser. Ahora mismo me estoy acordando de Laura Mulvey y sus artículos sobre el cine y los tipos de mirada. Cuando yo las vi las envidié sinceramente, ellas tienen algo que contar y es algo de lo que no todo el mundo puede jactarse. Mi cuerpo reaccionó de forma visceral deseando haber podido apoyar aquella valiente acción, porque ellas creen en algo y lo defienden de forma no violenta y sólo por esto ya merecen admiración porque aunque parezca que no, que no es bastante esfuerzo nadie puede negar que se ha hablado de ellas y de lo que defendían con su actuación. Eso, a mi modo de ver la cosas, es algo que se consigue malamente en este país, es un logro.


Hace unos meses escribía aquí que no eran necesarias tales intervenciones o no eran esas las formas pero admito mi error. Es necesario sacar nuestros problemas al espacio público, hacerlos visibles y si hay que enseñar las tetas se enseñan. Por supuesto hay muchos otros problemas de base en este hecho: ¿y la diversidad de cuerpos? Pero no es sólo este el problema. El problema va mucho más allá. Yo creo que nosotras deberíamos reinvidicar nuestros cuerpos como propios, como algo nuestro que cuidar y querer de la forma que nos dé la gana, no sólo no nosotras, también la parte masculina del mundo (aunque las razones no sean exactamente las mismas). No debemos odiar nuestros cuerpos porque somos nosotrxs; yo soy mi cuerpo y mi mente no es algo que esté separada del mismo son un todo. Sin embargo se nos insta a ello porque es un elemento de poder y repartir el poder entre muchos es peligroso para la estabilidad del poder de quienes tienen mucho en sus manos, "dejémosles con sus problemas, con su odio hacia sí mismxs, así no se revolverán ¡es más! hagamos que se odien que crean que tienen que ser así o asá y que esto sea un quimera imposible". Pues no. Me niego.

(La foto la saqué de la web Oficial de Femen)


Hay algo bueno de reapropiación del cuerpo de una misma en sus acciones, algo muy bueno y que se nos está escapando. Mi cuerpo es mío. MÍO. Y más en temas como la reforma de la Ley del Aborto que atañe directamente al cuerpo de miles de mujeres. Hay que ver más allá de la teoría, la forma y las frivolidades varias que dicen en la prensa. A mí también se me escapa todo el mensaje, por ahora al menos.

Gracias, Femen, por la reflexión. Luego dirán que no tenéis una base ideológica, ni una estructura... Tal vez deberíamos replantearnos qué son las ideas, las ideologías y qué es lo que queremos conseguir con tanto bla, bla, bla. Gracias por la acción de ayer.

Por cierto: Aborto libre y gratuito para todas.

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