lunes, 1 de abril de 2013

Episodio IV: Ahsoka y Ventress, hacia la paridad



Ya que el propósito de este ensayo es mostrar cómo poco a poco la imagen de las mujeres va evolucionando hacia una aceptación cada vez mayor; he decidido incluir la última película de la saga Star Wars, The Clone Wars, estrenada el pasado agosto. Esta vez la película no es de imagen real sino de animación en 3D, sin embargo da una perspectiva muy interesante de cómo han cambiado las cosas desde la última película de imagen real rodada en 2004 y estrenada en 2005.
La nueva película se sitúa dentro del orden interno de la trama entre los Episodios II y III (Attack of the clones y Revenge of the Sith), en plena guerra civil dentro de la galaxia. Se vuelve a recurrir a la ya conocida tríada de protagonistas, esta vez representados por Anakin Skywalker, Obi-Wan Kenobi y Ahsoka Tano, padawan (aprendiza) de Skywalker. Aunque cada uno de los protagonistas tiene un rango diferente: Kenobi es Maestro Jedi; Skywalker, caballero Jedi; y Ahsoka, padawan; los tres tienen un peso muy parecido en el desarrollo de la trama. En la nueva película se introducen otra novedad, la cara visible de los Sith (los antagonistas) es un personaje femenino, Asajj Ventress.

Una de las primeras diferencias que hay frente a las otras películas es la presencia de personajes femeninos siempre (aunque en minoría de nuevo) en los planos de órganos de toma de decisiones (el Senado y el Consejo Jedi) así como en el bando de los enemigos: Dooku, Sidious y Ventress.
   
En este film, el género de los personajes, aunque se da la diferencia sexual entre ellos (las hembras tienen caderas y pechos, por ejemplo), cumplen las mismas funciones sin excepción. Aunque, por supuesto, siguen siendo minoría; los personajes femeninos cumplen las mismas funciones que los masculinos, si bien la acción discurre durante una guerra civil y no hay, como en la anterior trilogía, alusiones a funciones biológicas plenamente femeninas como el embarazo.

Nuevamente, se opta por la trama maniquea de buenos contra malos, y a continuación analizaré las características de las mujeres de uno y otro bando.

El personaje Ahsoka Tano aparece por primera vez como enviada del consejo jedi a un frente de batalla que necesita refuerzos, supuestamente es enviada con el General Kenobi para que la tome como aprendiza; aunque ella nada más llegar afirma categóricamente que es el maestro Skywalker quien le han asignado como profesor. Desde el principio se caracteriza por tener gran determinación a la hora de tomar decisiones e incluso cierta arrogancia respecto de sus superiores:
Obi-Wan: You two [Anakin y Ahsoka] might have a chance to get through their lines undetected, here.

Rex: They won’t have much time, the droids far outnumber us, so our ability to street fight is limited without the use of heavy cannons…

Ahsoka: We’ll figure out a way. Come on, Master, let’s go!

Anakin: If we survive this, Snips[1], you and I are gonna have a talk.
O también:

Anakin: Stay close to me, if you can…

Ahsoka: It won’t be a problem, Master.

Anakin: This isn’t practice, Ahsoka.

Ahsoka: I know, and I’ll try not to get you killed.
Sin embargo, no se escapa de algún que otro cliché de género, por ejemplo mientras llevan a cabo la misión principal de la trama de la película (rescatar al hijo de Jabba the Hutt), Ahsoka no puede evitar decir “Oh! He’s just a baby! This will make our job a lot easier! Oh, he’s so cute!” mientras que su maestro no hace al bebé Hutt más  caso del estrictamente necesario para cumplir con la misión de entregarlo vivo a su padre y así lograr el control del borde exterior de la galaxia en la guerra.
Físicamente, Ahsoka se representa como una adolescente humanoide con atributos femeninos. De su género no le queda ninguna duda al espectador: tiene voz de mujer y figura de mujer. Sin embargo sus deberes y derechos son los mismos que los de sus compañeros varones, la diferencia de trato es consecuencia de su edad más que de su género (esta suposición se basa en que los otros personajes femeninos de mayor rango son tratados igual que los varones de su misma categoría). Aunque en algún momento Ahsoka es confundida con la “house maid” de Anakin (a lo que ella responde agresivamente amenazando a quien lo dice con su sable). Una cosa llamativa son los planos generales que se hacen al comienzo de determinadas escenas en los que se ve como ella y Anakin lideran las tropas o son elogiados por haber llevado su misión con éxito:

    
A pesar de esta aparente igualdad, un hecho llamativo tanto de esta película como de la anterior trilogía o la serie 3D que siguió a la película Clone Wars, es que los varones jedi siempre van vestidos con el uniforme de la Orden (ver la foto de arriba) mientras que a las jedis femeninas no se les exigen lo mismo, Ahsoka, pese a no cumplir los atributos fetiche de los personajes femeninos en este tipo de películas (no es especialmente bonita, ni tiene los atributos femeninos –pechos y caderas- exagerados), va vestida de manera diferente de sus compañeros padawan masculinos.

El personaje femenino “del Lado Oscuro”, la sith Asajj Ventress, tiene, como Ahsoka, rasgos humanos. Su aspecto es contradictorio: por un lado es completamente calva (cosa que no suele ocurrir en las mujeres), y por otro tanto su voz como la forma de su cuerpo son femeninos. Se muestra como un ser capaz de desafiar a los mejores maestros de la orden en el manejo de la espada e igualar sus estrategias de ataque y defensa con las tropas. Es el estereotipo canónico de malvada pero, eso sí, sin las connotaciones sexuales/sexualizantes que tenían hasta ahora los personajes femeninos de estas características. Evidentemente es una película para un público mucho más amplio que las anteriores pero sin embargo Ventress no tiene ninguna de las características arquetípicas de las malvadas de película de animación (pienso ahora mismo en la madrastra de Blancanieves o Úrsula la bruja del mar de La Sirenita, ambas versiones animadas de Disney, que ambas perseguían la belleza física a toda costa).

Tampoco Ventress escapa a algún estereotipo de género: sus subordinados (todo el ejército droide, ya que ella es la segunda al mando) no saben cómo dirigirse a ella. En varias escenas se hace un guiño cómico al dar ella órdenes y que sus subordinados le respondan: “Yes, sir… Madam… Mistress!”. Esto deja claro que ni siquiera hoy en día se ve como algo cotidiano que una mujer se una militar de élite a cargo de numerosas tropas.



La última película de la saga Star Wars nos muestra una imagen de lo femenino mucho más igualitaria que las películas anteriores. Las mujeres ya son vistas como parte normal de los órganos de decisión y como miembros activos de la sociedad casi en igualdad de condiciones con los hombres. Aunque es muy fácil caer en estereotipos de género (como ya comenté sobre la escena de Ahsoka y el bebé o Ventress y sus soldados), realmente en esta última película se aprecian cambios significativos sobre todo con respecto a primera trilogía.



El cine tiene una gran influencia en la sociedad, sin embargo sería falso decir que la sociedad no influye nada en el cine. Si el cine no reflejara algo con lo nos pudiésemos sentir identificados, algo que nos fuese totalmente ajeno, no habría tenido tanto éxito como solución de ocio. Así es como, creo yo, que funciona el cine de Hollywood: por un lado nos da lo que queremos ver y por otro lado nos inculca su ideología. Eso es exactamente lo que quería demostrar con este trabajo. La situación de las mujeres en el mundo está cambiando: si eso no fuera así las películas no habrían mostrado una evolución.

Es cierto que es una evolución lenta, con sus altos y sus bajos que quedan reflejados sutilmente en matices de cada escena mostrada. En los 70 se creía que las mujeres eran capaces de hacer cosas igual que los hombres, sin embargo aún era extraño verlas fuera de su ámbito doméstico, fuera de lo privado. Así, en la primera trilogía vemos una princesa guerrera, decidida y segura de conseguir lo que quiere o, al menos, intentarlo. No cabe ninguna duda que un personaje destinado a gustar a un espectador masculino; si no esas escenas de bikinis, blasters y girls with guns, no hubieran tenido sentido. Pero también podemos quedarnos con una parte positiva: Leia no es esa princesa inválida que necesita ser rescatada por el héroe (y que la crítica se empeña en resaltar).

Casi lo mismo puede decirse de la Reina/Senadora Amidala. Nos quedamos con la imagen de una mujer poderosa y decidida, dispuesta a luchar hasta final por su pueblo tanto desde el Gobierno como desde primera línea de batalla. No debemos, claro está, obviar los aspectos negativos sobre la maternidad y la imposibilidad de dedicar la vida tanto a lo que a una le gusta y le da de comer como a ser madre. Aún así, la presencia de mujeres de toda clase a lo largo de la segunda trilogía es un horizonte de esperanza para la igualdad entre mujeres y hombres, para su normalización y aceptación en todos los niveles.

Finalmente, Clone Wars nos da una perspectiva muy alentadora sobre cómo ha cambiado la imagen de las mujeres en el cine mass-media. Es esperanzador ver que películas destinadas a un público tan amplio tengan en cuenta estos cambios y se adapten a los nuevos tiempos. Sin embargo aún queda mucho por hacer. Otras películas rodadas en los primeros años de este siglo XXI no dan una perspectiva tan aperturista: todo el cine de acción y/o fantástico destinado a mover tanto dinero y tantos espectadores sigue cayendo en los tópicos sexualizadores de las mujeres. No nos salvamos de los altibajos. Todo sea, esperemos, cuestión de paciencia: sin prisa pero sin pausa.

Dejo la bibliografía que empleé para este trabajo por si a alguien le interesa:

-Arenas, Carlos, “Ilustración, diseño y fantasía: del papel al celuloide” en Europa imaginaria: cinco miradas sobre lo fantástico en el viejo continente, ed. Antonio Navarro y Ángel Sala, Valdemar, Madrid, 2006

-Bakhtin, Mikhail, Teoría y estética de la novela, Taurus, Madrid, 1989

-Bou, Núria y Xavier Pérez, El tiempo del héroe: épica y masculinidad en el cine de Hollywood, Paidós, Barcelona, 2000

-Carmona, Ramón, Cómo se comenta un texto fílmico, Cátedra, Madrid, 2002

-Eco, Umberto, Apocalípticos e integrados, Lumen, Barcelona, 2002

-Freud, Sigmund, Tres ensayos sobre teoría sexual, Alianza, Madrid, 1999

-Mulvey, Laura, Placer visual y cine narrativo, Fundación Shakespeare/Instituto de cine y RTV, Valencia, 1975

-Parrondo Coppel, Eva, “Sé que no debería gustarme esta película, pero aún así… Feminismo, fetichismo y Gaslight

-Propp, Vladimir, Las raíces históricas del cuento, Fundamentos, Barcelona, 1998

                               Morfología del cuento, Fundamentos, Barcelona, 2000 

-Rank, Otto, El nacimiento del héroe, Paidós, Barcelona, 1991

-Rodríguez Fernández, Mª del Carmen, “Damas fuertes de Hollywood, relaciones (in)visibles de poder” en Diosas del celuloide, coord.. Mª del Carmen Rodríguez, Jaguar, Madrid, 2006
 



[1] Anakin llama a su padawan “Snips” cariñosamente, ella a él lo llama “Skyguy”. En la traducción española se optó por traducir “Snips” como “Chulita” y “Skyguy” por “Skyguay”.

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