miércoles, 30 de octubre de 2013

Sin Miedo: Unlimited Girls, un documental de Paromita Vohra (2002)


Ayer, desde varios sitios web y hablando con varias personas de distintos ámbitos, surgió la cuestión (¡palpitante!) sobre la trayectoria de los diversos feminismos. Dónde van, de dónde vienen, por qué son como son y qué defienden. Como otras veces, me acordé de este documental que ya ha cumplido una década pero sigue planteando muchas de esas cuestiones desde un contexto que nos queda un poco alejado a nosotras, las occidentales y aún así... Plantea las mismas problemáticas. Me gustaría compartir esta pequeña reseña que escribí en 2009 para la asignatura de Diásporas en el Máster de Género y Diversidad del que fui alumna.

“¿Te consideras feminista?” Paromita Vohra, en su documental UnLimited Girls (2002), examina las diferentes percepciones que se tienen del feminismo en su país natal, India. La directora muestra al/a la espectador/a diferentes formas de interpretar la palabra “feminismo” a través de las diferentes voces que, como un caleidoscopio, se proyectan a través de la pantalla. El documental es un viaje a través de los ojos de Vohra, en palabras de una de sus compañeras de chat room, “feminism is a process”.

En principio la directora se presenta: nunca llegamos a verla, pero oímos sus preguntas, vemos cómo se mueve por su casa. Adoptamos su punto de vista, nos identificamos con ella. La primera conversación con sus amigas del chat room es muy reveladora: ¿qué es ser feminista? ¿es una etiqueta o un proceso? ¿cómo entendemos hoy en día la palabra “feminismo” y qué ideas engloba? Las participantes aportan distintas opiniones: de eso trata el documental, de la diversidad. Vohra no pretende hacer una apología del feminismo y de hecho ella es una de las que más dudas tienen respecto a él. Su intención es investigadora, no trata de mostrar una única verdad sino que más bien plantea que la única manera de alcanzar nuevos objetivos es formulando nuevas preguntas y respondiendo viejas cuestiones.

Para acercarnos a las diferentes percepciones del feminismo Vohra sale a la calle cámara en mano. En el documental se entremezclan las voces las mujeres a las que pregunta por la calle con su propia voz que reflexiona sobre la información obtenida. Las reflexiones de la única mujer taxista de la ciudad -propietaria de su propio taxi- sobre la familia y los hijos que ha tenido que mantener o la cháchara de los estudiantes de instituto: “yeah, we left the girls because they’re attractive” o “the pom-poms are very important”; dejan al descubierto unos roles de género profundamente enraizados en la cultura india al mismo tiempo que revelan la gran labor de “the movement”, como ellas dicen, a favor de la libertad e individualidad de las mujeres.

Profesoras e investigadoras también aportan su granito de arena en este documental: Vohra da voz a dos generaciones de feministas, las que ya han luchado por el movimiento y las que empiezan a ver nuevas metas que alcanzar,

“My impression (underline impression!) is that the older feminists have a more defined relationship with feminism (…) Younger women haven’t really made the effort to examine and learn about the history of feminist thinking (…) but they’re more eclectic”

(Vohra, 2001)

Ambos grupos contribuyen a una visión más rica y completa del movimiento feminista en la India a través de los años. Vohra trata de revisar todas las etapas y logros de la liberación de las mujeres desde el siglo XIX y sobre todo tras la independecia a mediados del XX. Trata de hacernos ver cómo el contexto social fue evolucionando poco a poco hasta que las mujeres tuvieron voz para expresarse a sí mismas.

Al mismo tiempo que tiene lugar este retrato del feminismo en la India, Vohra alude también a los numerosos prejuicios y tabúes que existen en torno al movimiento. A través del humor, alude a los prejuicios socio-históricos de la población de su país: es el caso de los tres sketches de ficción que están intercalados entre las entrevistas, las reflexiones y los diálogos. La “Superman’s school for ladies” nos muestra la percepción de la feminista como una persona agresiva ante el sexo opuesto y ante las mujeres que no toman su misma opción ideológica, en palabras de Sameera Khan “because feminists are agressive, angry and bitchy women, who hate men and are against marriage” (Khan, 2004). Las siguientes tramas ficcionales publicitan unas “Male gaze googles” y un detector de feministas “Misogenie” que dejan ver, a pesar de los esfuerzos del feminismo, prejuicios y malas interpretaciones sobre qué es ser feminista.

A su vez, la directora se entrevista con el director de una película “educativa para las mujeres” (You alone are my beloved), Ramesh Jhende. Jhende ofrece una perspectiva opuesta a la ofrecida por las mujeres participantes en el documental. Según él las mujeres lo único que quieren es ser adoradas; para ello han de obedecer a sus maridos, o sus amantes. Una bofetada a tiempo hace que el amor sea mayor. La relación entre hombre y mujer debe ser de subordinación como ha sido siempre y debe continuar siendo, de ahí el motivo de su película (de la que por supuesto, Vohra muestra algunas escenas).

Es destacable que, además de Jhende, muchos de los hombres entrevistados (jóvenes en su mayoría) exhiben una mentalidad mucho más conservadora con respecto al papel de las mujeres en la sociedad. Muchos de ellos afirman que una mujer necesita un hombre para poder vivir honestamente; también creen adivinar que tras una mujer que viste enseñando sus brazos o sus piernas hay alguien que desea llamar la atención del sexo apuesto. En un patio universitario, Vohra entrevista separadamente a un grupo de chicos que hacen este tipo de afirmaciones, mientras que el grupo de chicas se queja de la inseguridad de las calles, del acoso al que se ven sometidas y por el que temen ir solas a cualquier sitio. Resalta que la educación en ámbitos privados es radicalmente distinta para mujeres y hombres.

El tema del matrimonio es retratado a través de una pareja “moderna” que nos invita a su casa y nos cuenta su experiencia. Sin embargo, Vohra omite otros tipos de matrimonio. La pareja retratada no es una muestra de lo que es la realidad del matrimonio en la India. Es posible que existan matrimonios así, pero existen otros más ligados a la tradición y también otras parejas más independientes entre ellos. Es un ejemplo, sí, pero uno sólo; no muestra la diversidad. Aún así el testimonio de esta pareja es muy revelador: la mujer dice ser muy independiente, pero su marido la contradice y la interrumpe contantemente y la suegra afirma con mucha naturalidad que “no woman respects a sissy fellow” lo que demuestra que la base del matrimonio, sea o no según la tradición del país, es el respeto de la mujer hacia el hombre y no una igualdad entre ambos.

Otro punto a destacar en el documental es la parte dedicada a las asociaciones y organizaciones de mujeres. Por un lado, Meena Menon relata su experiencia como directora sindical y cree que los sindicatos, si engloban al mismo sector de trabajadores, no deben ser separados con razón de género: eso causa desigualdades. Por otra lado, Vohra entrevista a mujeres del extrarradio de la ciudad que relatan cómo y por qué organizaron su asociación contra la violencia. La experiencia del matrimonio es muy dura para las mujeres, en muchos casos una joven que se casa va a vivir con la familia de su esposo renunciando a la suya. ¿Qué ocurre si no es feliz con su marido? ¿Qué ocurre si éste la maltrata? Este tipo de asociaciones unen a mujeres con los mismos problemas e intereses dando lugar al diálogo entre ellas y a la búsqueda común de soluciones.

UnLimited Girls puede considerarse un retrato de la sociedad urbana contemporánea en la India, sin embargo, Vohra es consciente de toda la historia anterior a nuestros días: eso es lo que aporta al documental un aspecto caleidoscópico; muchas voces, muchas perspectivas, matices: desde las autoridades en investigación y acción para las mujeres (Meena Menon, Vina Mazumdar, etc…) hasta las jóvenes que no saben si son o no feministas y reflexionan ante la cámara: “Bueno, no, no soy feminista, aunque si considero lo que el movimiento ha hecho por mí… Posiblemente sí lo sea”. Vohra no llega a posicionarse a favor o en contra de alguna teoría sino que las muestra simplemente. Es una visión plural del feminismo en el sentido de que una idea global, el feminismo, une muchas partes diferentes sin llegar a imponer ninguna de ellas pero respetándolas por igual, creándolas y recreándolas a través de la práctica y el discurso (Yuval Davis, 1996).
El feminismo (como idea global detrás de los distintos feminismos) señala un debate: es un proceso en constante construcción y deconstrucción. A pesar de la falta de posicionamiento ideológico, Vohra utiliza el cine como vehículo transmisor de su propia experiencia (Showalter, 1993). En cierto modo, UnLimited Girls puede considerarse un double voiced discourse en el que a través del personaje Fearless, la autora, narra su propia experiencia como mujer, su propio viaje a través del feminismo al mismo tiempo que mezcla distintos modos de habla (del teórico con sus compañeras de chat room al lírico de las canciones protesta de las activistas) que implican el conocimiento y reconocimiento de las voces de otras mujeres (Braidotti, 2000).

Notas bibliográficas:

Braidotti, Rosi, Sujetos nómades corporación y diferencia sexual en la teoría feminista contemporánea, (2000) Buenos Aires: Paidós

Kahn, Sameera, “Who is a feminist?”, (2004) en Indian Together [En línea], disponible aquí.

Showalter, Elaine (ed.), The new feminist criticism: essays on women, literature, and theory, (1993), Londres: Virago

Yuval-Davis, Nira, “Género y nación: articulaciones del origen, la cultura y la ciudadanía” en Arenal, 3:2 (1996): 163-175

“An interview with Paromita Vohra” en India News [En línea], disponible aquí.

lunes, 28 de octubre de 2013

La chica no tan rara: construcción de la identidad femenina de postguerra (1940 -1960)


“En verdad, es el mundo que domina secretamente la vida. Secretamente, instintivamente, la mujer se adapta y organiza unas leyes inflexibles, hipócritas en muchas situaciones para un dominio terrible… Las pobres escritoras no hemos contado nunca la verdad, aunque queramos. La literatura la inventó el varón y seguimos empleando el mismo enfoque de las cosas. Yo quiero intentar una traición para dar algo de ese secreto, para que poco a poco vaya dejando de existir ese dominio, y hombres y mujeres nos entendamos mejor sin sometimientos ni reales ni aparentes, de unos a otros…” Dijo en 1967 Carmen Laforet a Ramón J. Sender en una carta. Le parecía que, al menos ella como escritora, estaba utilizando un lenguaje prestado al escribir sus obras. 

(link aquí al artículo completo)

jueves, 10 de octubre de 2013

A vueltas con Femen

Ayer recibí un correo de un amigo que sólo decía "hoy me acordé de ti, ya sabes por qué". Por la intervención de Femen en el Congreso, por la difusión absurda que se ha dado de la misma en los medios. Digo absurda porque, en mi humilde opinión, se ha dado poca repercusión a la acción de estas tres mujeres, estas tres camaradas, en medio del discurso del señor Gallardón. Estoy francamente sorprendida de la desgana con la que se ha tratado el tema como si ya fuera agua pasada, como si con Amina -la muchacha tunecina que incendió las redes hace meses- hubiera acabado todo.


Parece que muche gente cree que Femen es sólo un espectáculo y no es así. El espectáculo es un medio no un fin. Se olvidan muchas veces que estas intervenciones suponen un peligro físico para las activistas. La propia líder de la célula española admite en que en el momento con la adrenalina a tope no se nota pero que pasadas unas horas sí (lo cuenta aquí). Cuando vi en las noticias lo que habían montando tuve ganas de levantarme y aplaudir, es más, tuve ganas de haber estado allí, haber sido detenida por mostrar mi cuerpo que por lo visto no está bien usar para lo que me dé la gana, sólo para ser espectáculo de la mirada masculina parece ser. Ahora mismo me estoy acordando de Laura Mulvey y sus artículos sobre el cine y los tipos de mirada. Cuando yo las vi las envidié sinceramente, ellas tienen algo que contar y es algo de lo que no todo el mundo puede jactarse. Mi cuerpo reaccionó de forma visceral deseando haber podido apoyar aquella valiente acción, porque ellas creen en algo y lo defienden de forma no violenta y sólo por esto ya merecen admiración porque aunque parezca que no, que no es bastante esfuerzo nadie puede negar que se ha hablado de ellas y de lo que defendían con su actuación. Eso, a mi modo de ver la cosas, es algo que se consigue malamente en este país, es un logro.


Hace unos meses escribía aquí que no eran necesarias tales intervenciones o no eran esas las formas pero admito mi error. Es necesario sacar nuestros problemas al espacio público, hacerlos visibles y si hay que enseñar las tetas se enseñan. Por supuesto hay muchos otros problemas de base en este hecho: ¿y la diversidad de cuerpos? Pero no es sólo este el problema. El problema va mucho más allá. Yo creo que nosotras deberíamos reinvidicar nuestros cuerpos como propios, como algo nuestro que cuidar y querer de la forma que nos dé la gana, no sólo no nosotras, también la parte masculina del mundo (aunque las razones no sean exactamente las mismas). No debemos odiar nuestros cuerpos porque somos nosotrxs; yo soy mi cuerpo y mi mente no es algo que esté separada del mismo son un todo. Sin embargo se nos insta a ello porque es un elemento de poder y repartir el poder entre muchos es peligroso para la estabilidad del poder de quienes tienen mucho en sus manos, "dejémosles con sus problemas, con su odio hacia sí mismxs, así no se revolverán ¡es más! hagamos que se odien que crean que tienen que ser así o asá y que esto sea un quimera imposible". Pues no. Me niego.

(La foto la saqué de la web Oficial de Femen)


Hay algo bueno de reapropiación del cuerpo de una misma en sus acciones, algo muy bueno y que se nos está escapando. Mi cuerpo es mío. MÍO. Y más en temas como la reforma de la Ley del Aborto que atañe directamente al cuerpo de miles de mujeres. Hay que ver más allá de la teoría, la forma y las frivolidades varias que dicen en la prensa. A mí también se me escapa todo el mensaje, por ahora al menos.

Gracias, Femen, por la reflexión. Luego dirán que no tenéis una base ideológica, ni una estructura... Tal vez deberíamos replantearnos qué son las ideas, las ideologías y qué es lo que queremos conseguir con tanto bla, bla, bla. Gracias por la acción de ayer.

Por cierto: Aborto libre y gratuito para todas.