Como
ya he dicho en el post anterior, existen muy pocos estudios sobre cine fantástico, los
temas tratados en este tipo de estudios enfocan más investigación en la
creación de arquetipos heroicos masculinos descuidando los personajes femeninos.
Así podemos observar que si bien se estudia, en el caso de Star Wars[1],
a Luke en oposición a Han Solo a la hora de formar un héroe completo, se obvia
por completo la función de la princesa Leia en la tríada de protagonistas. ¿Cumple
alguna función? En caso afirmativo ¿cuál es dicha función?
En
realidad, Leia es el primer personaje que nos introduce la trama: los rebeldes
atacan una nave imperial donde viaja la mano derecha del emperador Sidious,
Darth Vader. Leia es la líder de esa avanzadilla que no logra escapar pero sí
logra robar y poner a salvo en una cápsula de rescate (bote salvavidas
espacial) los planos de la última y más mortífera arma diseñada por el Imperio:
la Estrella de la Muerte. Antes de ser capturada, envía en busca de ayuda junto
a los planos citados a sus dos droides[2]:
“custodians of the stolen plans that can save my people and restore freedom to
the galaxy”. Tras ser capturada, la princesa de Alderaan resiste sin la menor queja
la tortura que le imponen los soldados imperiales que no logran averiguar ni
qué ha hecho con los planos ni dónde se esconde la base desde la que los
rebeldes planean derrocar al Imperio. Ya en esta primera secuencia tenemos la
certeza de que el personaje Leia es uno de los personajes cruciales para el
desarrollo de la trama, sin esta introducción que desata la fábula, el resto de
la historia no tendría sentido. Además el comportamiento del personaje en
pantalla nos revela un carácter fuerte y resistente.
Sin
embargo hay otros datos que nos muestran que la primera trilogía de películas Star Wars, está pensada desde un punto
de vista esencialmente masculino y para un público principalmente masculino:
Leia, a pesar de todas las características de fortaleza tanto física como
mental, es una de los dos únicos personajes femeninos que hablan en las tres
películas. A excepción de ella, una operadora de comunicaciones (profesión
feminizada) y otra líder de la rebelión; los personajes femeninos no tienen
apenas presencia, pueden verse algunas bailarinas y esclavas en la guarida de
Jabba the Hutt en Return of the Jedi
pero ninguna de ellas cumple otra función a parte de la decorativa.
Otro
punto a tener en cuenta es cómo se representan iconográficamente estos personajes
femeninos, Leia en sí misma es un ejemplo de todos las demás: por un lado se la
representa completamente vestida, con una prenda que la cubre de pies a cabeza
(el color blanco no es significativo más que como símbolo de pertenencia a “los
buenos”, su hermano Luke aparece también vestido de blanco en la mayoría de las
escenas), el pelo recogido en peinados bastante extravagantes, en muchas
ocasiones con pantalones. Además es frecuente que vaya armada, que dé órdenes o
que repare la nave cuando se avería. Es un ser independiente, puede decirse que
“se las apaña sola”. Sin embargo en la última de las películas, Return of the Jedi (1983), al ser
capturada por el mafioso Jabba the Hutt, éste la encadena a sí mismo y la viste
de una forma que recuerda a la odalisca[3].
Destaco además que los personajes masculinos que la acompañan en esa escena,
Han Solo y Chewbacca, son llevados a prisión y en ningún momento tratados como
objetos sexuales.
En
las secuencias en la guarida de Jabba the Hutt, donde transcurre el rescate de
Han Solo, se puede ver perfectamente cómo la acción se hace más lenta, se
cumple perfectamente la observación sobre la presencia de la mujer en el cine
de Mulvey (1975): “es un elemento indispensable del espectáculo en los films
narrativos corrientes, aunque su perspectiva visual tiende a funcionar contra
el desarrollo de una línea argumental, congelando el flujo de la acción en
momentos de contemplación erótica”. Esta contemplación erótica lleva a planos
totalmente innecesarios en los que se ve al personaje así ataviado disparando
furiosamente contra los enemigos armada con un blaster (arma del universo Star Wars). En este caso, el arma se
convierte en un fetiche a ojos del espectador. Desde el punto de vista
psicoanalítico, el blaster sería un sustituto del pene, pero no de un pene
cualquiera sino que “el fetiche es el sustituto del falo de la mujer (de la
madre), en cuya existencia el niño pequeño creyó otrora y al cual […] no quiere
renunciar” (Freud, 1999), esta imagen fetichizada, correspondería con el
estereotipo de girls with guns (que
responde a la explicación de Freud).
Además
de esto, en la narrativa tradicional es habitual que las representaciones de
las princesas concuerden con una imagen heroica de las mismas y que éstas sean
guerreras, maestras en el arte de tirar flechas, cabalgar, etc., mostrando
hostilidad hacia su novio y competitividad explícita respecto al héroe (Propp,
1998). Según esta teoría podemos encajar a Leia en este perfil de personaje,
aunque su habilidad con las armas y su inteligencia para la estrategia de
guerra más que competir con el héroe, lo ayudan. Leia, Luke y Han forman un
todo inseparable, cada uno tiene una función dentro del relato: Luke es el
Elegido, el niño de origen misterioso, el salvador; Han es el pendenciero pero
valiente compañero del Elegido y Leia es la mente maquinadora de las
estrategias que siguen los otros dos personajes, es quien toma la iniciativa en
muchas ocasiones cuando se trata de trazar un plan de acción. Esta faceta de
Leia, ignorada por los teóricos del cine se ve desde la primera película,
cuando al intentar salvarla Luke y Han se dan cuenta de que no tienen plan de
huida y es a ella, una vez liberada de la celda, quien los obliga a escapar por
el conducto de la basura. En su discurso, mismamente, se la muestra como una
mujer segura de sí misma sin llegar al estereotipo de femme fatale que había sido el tradicional para este tipo de
comportamientos en el cine hasta los 70:
Han Solo: If we could avoid anymore female advice, we ought
to be able to get out of here.
Leia: Listen, I don’t know who you are or where you
came from, but from now on, you do as I tell you, okay?
Han: Look, your Worshipfulness, let’s get one thing
straight: I take orders from just one person –me.
Leia: It’s a wonder you’re still alive.
(Lucas,
1977)
Leia forma parte de ese estereotipo femenino surgido en los 70 (quizá antes pero con mucha menos fuerza) de mujer fuerte e independiente, que en muchas ocasiones reniega de sus sentimientos en beneficio de una causa mayor. Sin embargo no hay que olvidar que, finalmente, acaba cediendo a esos sentimientos en momentos en los que la tensión dramática de la acción ya no recae sobre los graves acontecimientos que acaecen en el exterior (un ataque de las tropas de Imperio, una avería en la nave, el rescate de Han, etc.). No hay que olvidar tampoco que este personaje participa siempre activamente en todos los conflictos, no se mantiene al margen en ninguno, ya sean de resolución diplomática o de resolución por la fuerza.
Finalmente,
en la última película, Return of the Jedi
(1983), se completa el proceso de anagnórisis: Luke se da cuenta no sólo de que
Darth Vader es su padre sino que Leia es su hermana. Tanto Luke como Leia saben
esto antes de que nadie se lo diga, no ha diferencia:
(Hablando sobre
la destrucción final de la Estrella de la Muerte en la que se halla Darth
Vader)
Luke: He [Vader]’s my father.
Leia: Your father?!
Luke: There’s more, it won’t be easy for you to hear
it, but you must. If I don’t make it back, you’re the only hope for the
Alliance.
Leia: Don’t talk that way. You’ve a power I don’t
understand and could never have…
Luke: you’re wrong, Leia. You have that power too. In
time, you’ll learn to use it as I have. The Force is strong in my family: my
father has it, I have it, and my sister has it. Yes, it’s you, Leia…
Leia: I know, somehow, I’ve always known…
(Lucas, 1983)
Es significativo que Leia, a pesar de
tener conciencia de algún modo de ser hermana de Luke e hija de Vader, desconfía
del hecho de tener aptitudes para dominar la Fuerza (energía mística de los
Jedi, probablemente similar al Chi de los samurái).
La imagen de mujer ofrecida por las tres
primeras películas de la saga Star Wars,
nos dejan ver un nuevo tipo de mujer que combina una personalidad fuerte y
segura de sí misma (que no es lo mismo que dominante) con escenas de pura
contemplación erótica. Desde una lectura negociada de los films, se diría que
la princesa Leia es la avanzadilla de un nuevo tipo cinematográfico de mujer,
más respetable, aunque adolece de defectos típicos del sistema patriarcal e
imperialista en el que se inscribe.
[1] Sitúo aquí este ejemplo ya que de las cuatro última
películas, estrenada en los últimos 10 años (desde 1999 hasta la última en
2008) no he localizado estudios de ningún tipo.
[2] Así es como se llaman los robots en el universo Star Wars, supongo
que queriendo huir del significado que implica forma humana de “androide” y del
significado específico de “robot” que implica trabajo pesado (viene del checo
“robota”).
[3] Odalisca en el sentido europeo
del término, como esclava sexual del harén.
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