martes, 23 de abril de 2013

23 de abril

Antes de decir nada, antes de empezar con los tópicos sobre dragones y escritores muertos en los Siglos de Oro, he de decir que los libros son mis objetos preferidos en el mundo (mundial). Soy poseedora una colección enfermiza que aumenta año a año con todo tipo de adquisiciones. Hay libros datados en 1891, revistas antiguas encuadernadas, ediciones de bolsillo de los años 30 y nuevas ediciones (mi última adquisición data de marzo de esta mismo año). También hay diversidad de tamaños y formatos, mis preferidos son los de bolsillo porque no sólo me gusta coleccionarlos sino también leerlos, he leído casi cada uno de los casi 1000 ejemplares que conforman mi pequeña biblioteca. Algunos no porque me los han regalado y ha quedado poco a poco sepultados en el fondo de la montaña de libros por leer a los que se van juntando los libros por releer y los tres que conforman mi "frente de libros de cabecera": La Historia Interminable, de Michael Ende, El Maestro y Margarita, de Mijaíl Bulgákov y El Segundo Sexo, de Simone de Beauvoir. No sé cómo de pintoresca es la lista, están los tres hechos polvo de todas las veces que los he leído, prestado y subrayado; porque sí, me gusta escribir en mis libros (con lápiz, eso sí) y llenarlos de notas.

¡Pues bien! Hoy es el día del libro y estoy un poco triste. Sé que suena cursi y toda la parafernalia. Pero en mi ciudad no había nada: otros años había una carpa en el parque y lxs librerxs locales ofrecían las últimas novedades a un entusiasta público que obtenía los ejemplares con un 10% de descuento. Este año nada. Por supuesto yo me pasé por la librería de siempre y obtuve dos nuevos libros para mi colección. Ya he empezado a leer uno y tiene pinta de que va a ser una relación compulsiva. Pero ahí está: 23 de abril y nada en las calles, ni un anuncio, ni una oferta. Nada.

Feliz día del libro a todo el mundo.


1 comentario:

  1. Es una pena, pero es la realidad que vivimos. La cultura ha dejado de interesar (¿ha interesado realmente alguna vez?) y como no es rentable...
    En mi ciudad, a pesar de lo pequeña que es, todavía este año pusieron la carpa del Día del Libro. Me alegró que estuviera tan lleno de gente que apenas se pudiera caminar, aunque prefiero no pensar que eso tuviera que ver con el hecho de que hiciera un día fantástico y que aquí fuera festivo...
    Un saludo! ;)

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