lunes, 6 de mayo de 2013

Mater dolorosa

Ayer me había propuesto escribir algo sobre maternidades, por la cosa esta que me ha dado de escribir sobre días "de celebración" como hice el 8 de marzo o el Día del Libro. Pues bien no ha sido posible pero eso no impide que lo escriba hoy.

Todo este rollo viene a cuento de diversos esbozos de ideas que surgen en mi mente cuando oigo la palabra "maternidad". Es una especie de tabú aún en día incluso entre las feministas. Las madres siguen siendo una idea quasi sacra e intocable aún cuando todas/os conocemos mujeres que no son o han sido buenas madres o que no lo serán. Pero la cuestión para mí es ¿qué es ser "buena madre" y por qué se ha de serlo? Esto me lleva a acordarme del bueno de Gallardón y corte secreta de antiabortistas y del capítulo sobre las madres que escribió Simone de Beauvoir en El Segundo Sexo. También me recuerda una serie de artículos que leí la semana pasada sobre crianza y maternidad de la saqué la conclusión siguiente: cuida a tus retoños como creas más conveniente siempre y cuando esto esté dentro de tu idea de cómo ser una buena persona (y prepare a los retoños en sí para serlo también).

Me resulta fascinante que aquí en España estén pensando en reformar la Ley del Aborto, es ridículo. Las leyes no debe castigar inocentes, creo yo, que es lo que están buscando culpabilizando a aquellas mujeres que deseen interrumpir su embarazo. Quitando qué pueda pensar cada cual sobre lo legítimo o no de hacerlo lo cierto es que dicha ley no obliga a nadie a hacerlo si no lo desea. Lo único que se va a conseguir de este modo es aumentar el riesgo entre las personas que sí lo quieran. Me resultó muy triste ayer, al releer el capítulo del Segundo Sexo, recodar que el concepto sigue siendo el mismo a día de hoy y que muchas muchachas con poca solvencia económica se verán obligadas a incurrir en prácitcas que pondrán en peligro su vida. Porque obviamente, la Ley es distinta en casi todo el resto de países europeos y quien pueda permitirse el viaje lo tendrá bien sencillo. No voy a entrar en el hecho de resulta evidente que una mejor educación sexual y una mayor normalización del uso de anticonceptivos podrían arreglar muchos de estos embarazos no deseados pero creo que son dos frentes abiertos sobre los que incidir no uno u otro sino ambos al mismo tiempo. El aborto no es un anticonceptivo, ¡claro que no! Pero debería ser una vía a la que recurrir en caso de estar embarazada y no desearlo.

Otra cosa que me resulta interesante en la negación de la importancia de la madre una vez ha parido. Entonces la criatura pasa a primer plano y ella, la madre, aún convaleciente tiene que sacrificar parte de su vida para que "tenga lo mejor". Adiós al tiempo para una misma, al menos hasta que camine. Y no sólo eso sino que el hecho de desearlo hace que seas mirada como una "mala madre". Cuando comento estos miedos con mi pareja siempre me dice que no importa que quiera tiempo para mí porque él también querrá tiempo para hacer de padre, pero aún así. El artículo sobre la lactancia de B. Gimeno, por ejemplo, levantó ampollas y una acalorada discusión, así mismo, en la misma revista hace poquito otras dos mujeres comentaron pros y contra sobre el mismo tema con idéntico resultado (pego aquí un enlace a los dos artículos). Me parece vergonzoso que haya personal sanitario que se permita el lujo de juzgar si una mujer debe o no dar de mamar a su criatura, mi madre no me dio de mamar (por razones médicas) y salí bien, conozco a muchas mujeres que han tenido que dejar de dar el pecho porque les resultaba doloroso. No sé por qué tiene nadie que decidir si torturarnos o no es de ser mejor o peor persona. Al fin y al cabo a la/al recién nacida/o le da igual si lo que la/le alimenta es la teta de su madre, la de su tía o la de una loba. Nadie se preocupa del bienestar de madre tras el parto.

Recuerdo que hace años no me gustaban los renacuajos. Tras diversos avatares de la vida, llegué a ser profesora en un colegio de primaria durante una temporada y me di cuenta de qué, carámbanos, sí me gustaban. Nunca me había sentido tan cómoda dando clase a estudiantes más creciditos/as. Aún así, aún me da miedo ser madre, son demasiadas cosas: la responsabilidad, el tiempo libre (colabore o no tu pareja sigue siendo tiempo), la situación actual, la mala calidad de la educación y la sanidad... No sé. No son buenos tiempo para las madres.

Feliz día igualmente, mamás.



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